Después de las escandalosas apariciones de la cantante, Miley Cyrus reaparece con una versión diferente a la que estamos acostumbrados. Sencilla. Virginal. Así se muestra junto al presentador Jimmy Fallon, y la banda de rap The Roots, en una versión a capela de 'We can't stop'.
Son muchos los cambios a los que nos tiene acostumbrados: empezó con su serie Hanna Montana. Una niña de ojos claros, y pelo rubio, que atraía a pequeños y adolescentes. Poco a poco, se convirtió en la pelirroja rockera. Hasta convertirse en la figura que conocemos hoy. Una joven despreocupada, con pelo blanco o rubio (según se mire), y prendas despreocupadas. Tan despreocupadas, que a veces opta por no llevarlas.
Mientras tanto, muchos fans se preguntan por qué no es este su videoclip oficial. Será que no se han enterado aún del estilo que promulga: pelo casi rapado, prendas que rozan el vagabundeo, y letras que dicen algo así como 'es nuestra fiesta, podemos besar a quien queramos, podemos follar a quien queramos'. Eso es arte, sutileza, y romanticismo. Tomo nota.
Evidentemente, el público de la cantante no son los pequeños seguidores de Hanna Montanna. Adolescentes, y amantes de su nuevo estilo, a lo 'yo paso de todo', son los seguidores de Miley.
Un producto comercial, mediante una vía provocativa. Pero insisto, al fin y al cabo, un producto comercial. Ya puede ir medio desnuda, y raparse el pelo, que lo que vende sigue siendo lo mismo.
Así, cerramos la entrada de hoy. Con un estilo desenfadado, y provocativo. Como toca.
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